La del alba sería.... cuando este romántico artísta llegó de tierras asturianas, a las puertas de Tomellosos (Mayo de 1935 ).
Su tierra parda con aromas de alcohol, romero y tomillo, lo marcó para siempre, convirtiéndolo en un "auténtico manchego" sin serlo.
En esta ciudad permaneció muchos años, divulgando sus conocimientos musicales a los cuatro vientos, como Director de la Banda Municipal de Música, y recopilador de canciones ancestrales ya perdidas. Se le llegó a considerar un loco Quijote por "arrecoger" cantares, de pueblo en pueblo, de quintería en quintería, de casa en casa, subido en burra o montado en vagones de tercera clase, pero con sus alforjas llenas de ilusión y entusiasmo.
Gracias a ello, consiguió su fabuloso y pionero CANCIONERO MUSICAL POPULAR MANCHEGO (único en su especie), y que según palabras de Garcia Pavón: "es la obra de mas transcendencia salida de la MINERVA MANCHEGA". Continua diciendo: "sobre mi mesa tengo uno de los primeros ejemplares de este colosal Cancionero, que acaba de sacar a la luz (Madrid 1951) el INCONMENSURABLE Pedro Echevarría Bravo.Entre una graciosa cubierta, dibujada por Gregorio Prieto, un prólogo de José Subirá y un epílogo del Maestro Guerrero, hay nada más y nada menos que, 300 melodías populares manchegas, con sus letras completas (él recopiló 2500), un glosario de vocablos populares, un refranero regional y 200 páginas de textos exagéticos, amén de los índices y las 24 ilustraciones fotográficas. Todo ello lo ha hecho un sólo hombre en 15 años de bregar por caminos y encrucijadas, de entrar y salir en mas de mil aldeas y pueblos, de hacer cantar y bailar a Dios sabe cuantas personas. Hizo cantar ante él a niños y moribundos, ha vuelto y revuelto con energía los fondos en los que quedase una "gota" del extraño, desconocido y moribundo, por entonces Folklore Manchego".